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Mejorando la relación dentista/paciente

Pues aquí estamos de nuevo para continuar con los deberes del nuevo año, que avanza inexorablemente (en un suspiro estaremos oliendo a incienso y velas en Semana Santa). Justo es decir, que toda la primera parte de mi disertación, no tendría ningún sentido a no ser que hablásemos también, de los debes de los dentistas para con nuestros pacientes. No sería de justicia pedirles a ellos un cambio, sin hacer nosotros un adecuado propósito de enmienda, que derechos sí pero deberes también, a ver si aprendiésemos de una vez a algo más que exigir (aplíquese a la sociedad en general y al día a día particular). Sin más preámbulos:

II Parte: Decálogo de normas o consejos a seguir por los odontólogos con respecto al trato a sus pacientes:

1.- Cada persona es un mundo (cada paciente, como personas que son, también). Trate de escuchar y entender lo que el paciente trata de comunicarle. A todos nos gusta que nos hagan caso y nos atiendan bien.

2.- Que su paciente anterior sea un capullo, no implica que deba tomarla con todos los pobres que vengan detrás. Volvemos al principio de la diversidad. Trate de resetear la memoria al final de cada cita.

3.-Sea profesional y realice cada tratamiento como si fueran a premiarle por ello. Aunque la situación laboral sea una vergüenza, que lo es en muchos casos y se cobre una porquería por realizar según que tratamientos, es a consecuencia de la permisividad que se ha concedido a los empresarios, compañías y franquicias. Esto nunca debería repercutir en la dedicación y el mimo con el que realiza sus tratamientos (aunque en el fondo requeme y joda bastante).

4.- Trate de hacer la estancia en la clínica lo más agradable al paciente. Esta bien que sea su clínica, pero intente no poner la música que a usted le guste sino la que a los pacientes les gustaría escuchar, si hace frío ponga la calefacción también en la sala de espera..

5.- Un dentista no es un psicólogo, pero debe ejercer como tal. Las fobias están a la orden del día y si bien no nos pagan por hacer de psicólogo de nadie, no podemos obviar que tratamos con personas. De lo contrario, hubiese sido mejor dedicarse a cualquier otra profesión que no precisara el trato humano (p.e: sexador de pollos, probador de videojuegos, o político).

6.- Si está frustrado porque pensó que la odontología le haría rico, dedíquese a tener churumbeles y regáleles un balón de fútbol a cada uno o un karaoke, con suerte le saldrá algún futbolista famoso o un triunfito y fin a sus problemas económicos.

7.-Recuerde el código deontológico y no putee a sus compañeros. Aunque veamos un tratamiento que no nos gusta, no conocemos todos los datos y no deberíamos encabronar a los pacientes en contra de nuestros compañeros de profesión,no es ético y además es tirar piedras contra nuestro tejado.

8.-Trate de disfrutar de otras cosas que no sean odontología. Se necesita un poquito de desconexión para no perder el rumbo y terminar persiguiendo a los pacientes con la turbina en marcha y tratando de arrancarles los ojos. Descanse y tome vacaciones de vez en cuando, es necesario.

9- Si su paciente es conflictivo y maleducado, no entre en su juego y sepa apartarlo de su clínica con toda la elegancia que sea posible. A veces es mejor no meterse en según que charcos.

10.-Dedique el tiempo suficiente a explicar al paciente todas las posibilidades de su tratamiento con total sinceridad y buscando el beneficio del mismo. Si queremos recuperar el prestigio perdido, debemos ganárnoslo. Si queremos que nos traten como profesionales de la salud, debemos actuar como tales. Nunca debe primar nuestro beneficio económico, sino el beneficio en salud de nuestros pacientes, ética se llama (está en el diccionario de la RAE).

Pues dicho queda, seguro que se me pasan cosas, pero en esencia es comportarnos como personas y el mejor de los consejos es ofrecer siempre una sonrisa que aunque suene cursi, es verdaderamente efectivo.